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25.09.2025: Emergencia del IoT Multimodal en redes 6G como eje de convergencia tecnológica

  • Foto del escritor: Jorge Alberto Hidalgo Toledo
    Jorge Alberto Hidalgo Toledo
  • 25 sept
  • 7 Min. de lectura
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Introducción

Hoy, 25 de septiembre de 2025, el panorama de la comunicación digital y las tecnologías disruptivas sugiere el surgimiento de un nodo convergente que amenaza con reconfigurar múltiples esferas de la innovación: la integración de Internet de las cosas (IoT) con modelos de lenguaje multimodal (MLLMs) en arquitecturas 6G. Este hibridismo promete una sinergia entre lo sensible, lo cognitivo y lo comunicativo que trasciende la mera conectividad. Junto a esta tendencia emergente identifico otras dos de alta relevancia en el día: (1) la expansión del AI agentic, es decir agentes autónomos que planifican y ejecutan tareas complejas sin intervención humana directa; y (2) la tensión energética creciente que impone el consumo de centros de datos e infraestructura IA sobre los sistemas energéticos globales. Estas tendencias, en interacción, delinean un nuevo mapa de fuerza tecnológica y responsabilidad —y obligan a repensar la comunicación digital en términos éticos, socioculturales, económicos y políticos.


Tendencia 1: Convergencia IoT + MLLMs en redes 6G como arquitectura de sentido

Recentemente, la literatura técnica ha puesto énfasis en las oportunidades y desafíos de integrar dispositivos IoT con modelos de lenguaje multimodal dentro del ecosistema 6G —transformando el rol del objeto conectado en interlocutor semántico y perceptivo (Soliman et al., 2025). arXiv Esto implica que sensores, actuadores, cámaras y dispositivos ubicuos no solo transmitan datos, sino que participen en diálogos (visual, auditivo, contextual) con humanos y sistemas cognitivos.


Impacto social: La humanidad experimentará ambientes más responsivos e inteligentes: hogares, ciudades, hospitales, transporte podrán reaccionar no solo a señales cuantitativas sino a matices semánticos (tono de voz, gestos, contexto). Esto potencia nuevos servicios de comunicación inmersiva, asistencia contextual, mediación cultural en tiempo real.

Antropológico: Se difumina la frontera entre sujeto y entorno: los objetos comienzan a tener “voz”. Nuestra forma de habitar el mundo digital se vuelve conversacional con lo material. Surge una nueva ecología comunicativa donde dispositivos entienden, interpretan y responden.

Ético: El diseño de estos sistemas exige atender privacidad sensorial, consentimiento continuo, sesgo en interpretación semántica, responsabilidad en las decisiones automatizadas del entorno. No basta con anonimizar variables cuantitativas: la dimensión cualitativa del lenguaje y lo perceptible demanda protocolos éticos avanzados.

Cultural: Las narrativas y las mediaciones culturales se reconfiguran: los dispositivos pueden actuar como curadores digitales, mediando significados en tiempo real, adaptando mensajes según contexto local y cultural. Podrían replegar una “cultura tecnogénica” donde los objetos cuentan, narran o aconsejan.

Económico: Estos sistemas generan valor diferenciado: nuevos servicios de personalización, mercados de sentido (experiencias culturales automatizadas), mantenimiento semántico, licencias del modelo contextual regional. También implican altos costos de desarrollo, interoperabilidad, estándares y pruebas.

Político: La autoridad sobre esa capa semántica embebida en lo cotidiano será objeto de disputa. ¿Quién controla las interpretaciones del entorno? Gobiernos, plataformas tecnológicas o comunidades locales deberán dirimir gobernanza sobre esa capa interpretativa integrada.


Tendencia 2: AI agentic como nuevo polo operativo de la automatización

El informe de McKinsey 2025 identifica el crecimiento de los AI agentic —agentes autónomos que no solo asisten, sino que actúan —como uno de los vectores más disruptivos en el ecosistema tecnológico moderno. McKinsey & Company Este movimiento convierte los modelos de lenguaje y sistemas cognitivos en actores habilitados para diseñar, ejecutar y optimizar flujos de trabajo complejos sin supervisión humana directa.

Impacto social: La automatización deja de ser reactiva y se vuelve proactiva: agendas, negociaciones, mediaciones digitales podrían delegarse a agentes. Las dimensiones laborales cambiarán: menos tareas operativas, más supervisión de agentes, diseño de “metas” para ellos.

Antropológico: Los agentes autónomos introducen una tercera presencia en la comunicación humana —no humana, pero operativa— que media entre individuos y contextos. Los escenarios conversacionales pueden incluir humanos, máquinas y agentes como coautores de acción.

Ético: Surgen dilemas sobre rendición de cuentas: si un agente ejecuta una decisión errónea, ¿quién responde? ¿el programador, el dueño del agente, el agente mismo como entidad simulada? Se reabren debates de autonomía, responsabilidad y moralidad artificial.

Cultural: La narrativa de la agencia no humana se difunde en medios, ficción y discurso público, alterando la percepción de lo que es “hacer” en el mundo digital. Los agentes pueden volverse narradores o mediadores simbólicos.

Económico: Agentes autónomos podrán realizar tareas de marketing, atención, comercio, logística con eficiencia y escala. Pero su adopción genera tensiones: descentralización de empleo, dependencia de ecosistemas de agentes controlados por plataformas dominantes.

Político: Nuevas regulaciones deberán definir límites en qué tareas pueden delegarse a agentes, cómo se supervisan, qué derechos digitales tienen humanos frente a decisiones automatizadas. Se perfila una capa normativa “meta‑agente”.


Tendencia 3: Presión energética y huella ecotécnica de la infraestructura IA

Un reciente reporte de BP proyecta que los centros de datos ligados a IA podrían explicar hasta el 10 % del aumento futuro de demanda eléctrica global, con implicaciones sobre emisiones y sostenibilidad energética (The Times, 2025) The Times. Esta tensión energética exhibe un límite material del avance tecnológico: más IA no es sostenible en vacío.

Impacto social: Las comunidades bajo crisis energética podrían sufrir apagones, aumento tarifario, prioridades de suministro que privilegien infraestructura tecnológica frente a necesidades básicas. La justicia energética entra en el debate.

Antropológico: Se releva la materialidad de lo digital: ya no es solo flujo simbólico, tiene peso ecológico, consumo, huella. Los discursos tecnológicos deberán incorporar la conciencia de finitud y los límites del mundo físico.

Ético: Los ingenieros, diseñadores de IA y planificadores deberán incorporar criterios de eficiencia energética, economía circular digital, compensaciones ecológicas. No basta innovar sin cuidar el entorno climático, social y ecológico.

Cultural: Surgen discursos de “IA verde”, tecnología responsable, límites al crecimiento digital infinito. La cultura tecnológica debe reencantar la medida, la eficiencia y el respeto material del mundo.

Económico: Los costos energéticos serán una nueva barrera de entrada: los ecosistemas tecnológicos que no optimicen consumo podrían quedar inviables. Se hará rentable la IA eficiente, diseño de hardware sostenible, refrigeración ecológica.

Político: Políticas públicas deberán regular la eficiencia energética de centros de datos, exigir certificaciones verdes, gravar impresiones ambientales de infraestructuras IA, incentivar fuentes renovables. El debate energético se vuelve tecnológico.


Otras doce tendencias relevantes

  • Transformación del ecosistema publicitario hacia AI integral: El informe de IAB advierte que la publicidad pronto será concebida, orquestada y ejecutada en su totalidad por IA, incluso generando datos sintéticos y modelos predictivos integrados. IAB

  • Producción de contenidos escalables mediante IA: los medios recurren cada vez más a IA generativa para generar noticias, reseñas, contenido local, fragmentos narrativos masivos. Esto conecta claramente con agentes autónomos y IoT multimodal. Digital Content Next

  • Desplome de tráfico editorial por “resúmenes IA” en buscadores: editores británicos denuncian que los resúmenes automatizados de Google reducen hasta 80 % de clics tradicionales. The Guardian

  • Expansión del uso de IA en videojuegos: uno de cada cinco juegos lanzados en Steam en 2025 declara uso de IA generativa en arte, narrativa o código (incremento del 700 % interanual). Tom's Hardware

  • Regulación pionera en Europa contra deepfakes nocivos: Italia aprueba leyes que sancionan con hasta 5 años la distribución de deepfakes con daño, imponiendo obligaciones de transparencia. Windows Central

  • Crecimiento exponencial de centros de datos energéticamente intensivos: el incremento de demanda energética pone a discusión la relación entre infraestructura IA y sostenibilidad (ver tendencia 3).

  • Adopción de wearables inteligentes como interfaces del futuro: gafas con reconocimiento visual, traducción simultánea y sensores biométricos se proyectan como el próximo frente de wearable tech. Vogue Business

  • Amenaza de ataques autónomos tipo “zero‑day AI”: expertos alertan que agentes autónomos podrán lanzar ciberataques altamente personalizados e invisibles, lo que demanda estrategias de defensa IA‑centric. Axios

  • Énfasis en Physical AI como horizonte emergente: la siguiente frontera de la IA es la inteligencia incorporada en cuerpos físicos o robots que interactúan con el entorno real. InfoQ

  • Evolución de DeepSeek y Grok como competidores de modelos dominantes: DeepSeek lanza nuevos modelos abiertos y Grok 3 promete razonamiento mejorado, minando monopolios tecnógicos. Wikipedia+1

  • Conectividad industrial y convergencia IT/OT: la manufactura inteligente avanza integrando redes industriales, IoT y AI, exigiendo ciberseguridad y sincronía tecnológica. IEB Media

  • Neo‑modos de consumo de noticias basados en video social y podcasting con IA: el consumo informativo migra al video y audio, moldeado por plataformas conversacionales y asistentes inteligentes. World Economic Forum

Estas doce tendencias se articulan estrechamente con las tres principales: mientras IoT multimodal y agentic IA enfatizan agencia y conectividad, el estrés energético actúa como límite material que condiciona su viabilidad. Las dinámicas de publicidad, medios, seguridad, regulación y consumo convergen en este nuevo tejido tecnológico.


Análisis predictivo

En los próximos meses, es plausible delinear dos escenarios contrastantes que dependerán de la velocidad regulatoria, la innovación eficiente y la alfabetización ética tecnológica:

Escenario A (optimista regulado): Surge una articulación institucional global para normar el uso ambientalmente responsable de IA, así como protocolos de interoperabilidad de IoT‑MLLM. Los agentes autónomos se despliegan con contratos éticos integrados y auditorías automáticas. Las ciudades inteligentes dialogan semánticamente con sus habitantes, y emergen nuevos modelos de producción cultural mediada por objetos “hablantes”. La comunicación digital se vuelve más ubicua, personalizada y contextual, pero regulada con transparencia. Los medios tradicionales transforman sus modelos frente al desafío de los resúmenes IA, adoptando plataformas colaborativas de contenido semántico local.

Escenario B (desbordada y desigual): La integración IoT‑MLLM se despliega sin marcos éticos ni control energético, apuntando a monopolios que capitalizan la interpretación semántica del entorno. Los agentes autónomos operan sin supervisión democrática, decisiones opacas dominan lo cotidiano, y la infraestructura IA exacerba el consumo energético y la precariedad ecológica. Medios menores desaparecen ante el colapso del tráfico editorial, y la comunicación digital se polariza entre quienes controlan las inteligencias ambientales y quienes consumen sus dictados.

Implicaciones a corto plazo (3–6 meses):

  • Se lanzarán prototipos piloto de sistemas IoT inteligentes con diálogo incorporado (hogares inteligentes conversacionales).

  • Empresas medianas explorarán agentes autónomos para automatización de back‑office, editorial o atención, acelerando desplazamientos laborales.

  • Políticas energéticas y auditorías verdes en centros de datos ganarán prioridad en agendas nacionales y supranacionales.

A mediano plazo (6–12 meses):

  • Se consolidarán estándares de gobernanza para IoT multimodal (protocolos, ética, interoperabilidad).

  • Aparecerán sellos de eficiencia energética para infraestructura IA y validaciones de agentes morales (agentes con “certificados éticos”).

  • La relación entre medios y buscadores se reestructurará: los medios que puedan adaptarse al nuevo entorno conversacional (peticiones, resúmenes contextuales) mantendrán relevancia dinámica.

Para la comunicación y el entretenimiento, estos desarrollos presagian una era de experiencias inmersivas dirigidas por objetos sensibles y agentes cognitivos, capaces de co‑narrar historias con usuarios y medios. También exige una ciudadanía digital fortalecida, capaz no solo de consumir, sino de fiscalizar la lógica semántica que habita en su entorno cotidiano. La neutralidad tecnológica será un mito; la media de lo vivible será el acto de intervenir en la configuración del mundo digital. Es hora de convocar la ética del objeto, la responsabilidad energética y la hermenéutica del agente.

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