01.07.2025: Resistencia crítica al sesgo algorítmico
- Jorge Alberto Hidalgo Toledo
- 1 jul
- 3 Min. de lectura

Introducción
En la coyuntura actual, destaca la creciente resistencia crítica al sesgo algorítmico, la profundización de la personalización persuasiva y la reconfiguración de la economía de la atención mediante IA. Esta tríada articula un impacto profundo en ámbitos sociales, culturales, éticos, antropológicos, económicos y políticos.
1. Resistencia crítica al sesgo algorítmico
El rechazo al sesgo inherente en decisiones automatizadas se acelera. Usuarios y activistas han promovido protestas digitales tras la incorporación de IA en aplicaciones cotidianas como Duolingo o plataformas educativas . Esta conciencia social confronta los fenómenos de deshumanización y exclusión, poniendo en el centro de la discusión la dignidad humana, cuestionando la delegación ciega de la autoridad al código. En términos económicos, se debilita la lógica de optimización sin ética, mientras que desde lo político, se contrapone a modelos tecnocráticos y reforzamientos del poder corporativo: exige transparencia, rendición de cuentas y equidad en los sistemas algoritmizados.
2. Personalización persuasiva y perfiles psicológicos
La segunda tendencia consiste en la sofisticación de la persuasión algorítmica: sistemas que, mediante historiales digitales, identifican rasgos de personalidad para modular contenido y recomendación. Este enfoque plantea deliberaciones antropológicas sobre la identidad digital como construcción maleable y crítica del riesgo de manipulación indirecta: supresión de autonomía y afectos moldeados. En el campo cultural y ético, se asiste a la erosión de la libertad reflexiva, con consecuencias económicas derivadas de modelos concentrados de comercio influenciado. Su disposición política es inquietante: incide en campañas de desinformación, polarización y control sociales.
3. Economía de la atención redefinida por IA
Finalmente, la IA reconfigura la organización de la atención en la esfera comunicativa y mediática. Plataformas sociales, portales de streaming y aplicaciones de entretenimiento compiten por un tiempo de conexión ya fijo — seis horas diarias en EE.UU. según Deloitte — utilizando algoritmos que priorizan engagement, no calidad informativa. Este giro plantea dilemas económicos estructurales: los modelos publicitarios desplazan a verticales informativas; éticamente, cuestiona el derecho a una audiencia con criterio crítico. En lo social, altera hábitos culturales y cognitivos; políticamente, erosiona el espacio del diálogo público, incitando burbujas fragmentadas.
Resto de las tendencias
Regulación del scraping y protección de contenido: medidas tecnológicas como la de Cloudflare contra bots de IA ponen en valor la propiedad intelectual, conectando con la resistencia ética al sesgo .
Chatbots fiables en periodismo: se buscan nuevas formas de IA con citación y verificación, en respuesta a su incapacidad actual
Creatividad asistida en TikTok: animación generativa y avatares IA transforman la economía de la atención de nichos culturales
FAST y transmisiones cloud‑native: innovación en streaming publicitario integrada con analítica avanzada
Multimodales y agentes IA: emergen sistemas integrales combinando texto, imagen y video .
Text-to-video profesional: herramientas como Sora permiten producción audiovisual con simples prompts
IA generativa en entretenimiento: genera contenido masivo, aunque enfrenta riesgos de deepfakes
IA en marketing hiper‑personalizado: mejora la segmentación, pero refuerza la personalización persuasiva .
IoT e Internet de los sentidos: convergencia sensorial de datos físicos y digitales como metaverso sensorial .
5G/6G y conectividad masiva: base de IoT y metaverso en evolución, habilitando nuevos ecosistemas de atención y control .
Edge‑AI: IA distribuida en dispositivos mejora privacidad y eficiencia, pero crea nuevos desafíos técnicos .
Sostenibilidad del poder computacional: preocupación creciente por el alto consumo de centros de datos .
Análisis predictivo
El escenario próximo converge hacia una IA regulada y ética, donde los actores políticos y sociales presionan por transparencia algorítmica, seguimiento de sesgos y auditorías independientes. A corto plazo (6–12 meses), es previsible la adopción masiva de normativas para IA responsable, junto con herramientas descentralizadas de vigilancia ciudadana (como auditorías ciudadanas de algoritmos), reforzando el ecosistema democrático y la confianza pública.
En el mediano plazo (12–24 meses), la personalización persuasiva será sometida a límites normativos: la protección de datos y estándares psicológicos emergen como eje central. Hacia 2026, prevemos la coexistencia de ecosistemas fragmentados pero regulados: plataformas que adopten IA responsable ganarán legitimidad y audiencia. El metaverso sensorial y el IoT convergerán, ofreciendo experiencias multi-sensoriales.
Para el campo de la comunicación y el entretenimiento, dicho escenario implica un tránsito hacia modelos de contenido ético, verificable y sustentable, donde la formación de audiencias críticas y alfabetización digital sean componentes clave. El llamado a la acción es ineludible: los profesionales deben construir entornos mediáticos con agencia democrática, transparencia y sostenibilidad ambiental, incorporando la voz ciudadana en el diseño técnico y la gobernanza algorítmica.




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