top of page

Gilda García López

  • Foto del escritor: Jorge Alberto Hidalgo Toledo
    Jorge Alberto Hidalgo Toledo
  • 20 may
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 21 may


ree

(Licenciatura en Comunicación, Generación 2015)

Gilda García Orientación Vocacional

Fundadora y Directora General


“Lo que acabas de leer no estaba en mis planes. Durante mi último año de prepa estuve en el área de físico-matemático, dando por hecho que iba a ser arquitecta. Definitivamente no contaba con entrar a la carrera de comunicación. Hoy, me siento más que afortunada por ese giro de 180°.


Estar en la Anáhuac fue contactar con las bases de lo que hago actualmente. De niña hablaba en público, poco después me bloqueé. Con el tiempo (y ayuda) logré manejar los nervios. Pero, de todas formas, seguía convencida de que no era para mí. Un día, llegó el semestre que incluía la clase de radio: ahí me volví a enamorar del micrófono. Y, ¿qué crees? Adivinaste. También soy conferencista.


¿Qué tiene que ver la orientación vocacional con comunicación? Durante la carrera, también reconecté con lo mucho que me gusta la comunicación no verbal. En varias clases nos decían: “el 15% de la comunicación es verbal y el 85% es no verbal ”

Seguro estás pensando en lenguaje corporal y micro expresiones, pero no me refiero a eso. Opté por dos áreas que me intrigaban desde niña: la Grafología y la Comunicación Facial.


Estudié ambas ya que me había graduado de carrera (primero en México, luego en Estados Unidos y Argentina), por el solo hecho de que me llamaban la atención. En el camino se convirtieron en la pieza clave que me permitió confirmar mis habilidades naturales y pensé: “si estudiarlas me dio tanta luz, imagínate usándolas en algo que esté diseñado especialmente para eso”.


Como leíste hace unos renglones, profundicé en ambos temas ya graduada. Antes de eso, cuando empecé a buscar trabajo, el área de Recursos Humanos me pareció la forma más viable de acercarme a lo no verbal. Así fue como empecé a trabajar en Atracción de Talento: primero en una empresa de moda y después en un despacho legal. En ambas fui el primer filtro del proceso de selección.

Para los candidatos hay una pregunta que parece inofensiva: “¿por qué estudiaste tal carrera?” Para mí, esa respuesta era todo. Ahí descubrí que las personas que realmente hacen lo que disfrutan son pocas y, con el tiempo, me quedó más que claro que tenía que hacer algo al respecto.


Total, pasó lo inevitable: empecé a diseñar mi propio método para detectar talentos y habilidades. De acuerdo con el Dr. Bruce Lipton, el consciente es solo el 5% del cerebro. Con ese porcentaje se contestan los psicométricos, razón por la que no siempre funcionan. Esa premisa me llevó a decidir mezclar psicométricos con Grafología y Comunicación Facial, para llegar también al inconsciente y tener una visión lo más 360 posible de mis clientes, con quienes trabajo 1 a 1. Este método lo uso dentro de mi programa Encuentra tu Potencial, con el que oriento a quienes no saben qué estudiar o que ya están trabajando, pero no les gusta lo que hacen y quieren cambios.


El salto lo di en 2019: renuncié al trabajo que tenía, me fui de Ciudad de México y empecé de cero. Por supuesto que la pandemia hizo de las suyas, pero logró que tuviera clientes de otros estados. Después empecé a tener presencia en medios de comunicación a través de programas como Sale El Sol y Por El Placer de Vivir. También empezaron las pláticas y conferencias.


Hablando de medios, te sugiero cuidar tu nombre para facilitar tus relaciones públicas. ¡Uno nunca sabe por dónde se va a dar la oportunidad!


Para cerrar, te comparto lo que he confirmado en el camino: tus intereses no son coincidencia. Hazles caso, profundiza en ellos, aunque no tengas claro para qué te van a servir. Gracias a eso conseguí los títulos de Licenciada en Comunicación, Grafóloga, Máster en Comunicación Facial y la certificación El Arte de Hablar en Público, con César Lozano, para transformarlos en lo que ya sabes y encontrar mi propósito. Mi versión de 17 años no lo creería.


Como te decía: El solo hecho de que te llamen la atención, ya es una señal. Tal vez sea para innovar en tu vida profesional, tal vez se convierta en ese hobby terapéutico, tal vez sea lo que no sabías que necesitas para mejorar tu vida. El camino te lo va a decir. Eso sí, solo hay una forma de averiguarlo. ¿Te atreves?”.


Comentarios


bottom of page