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15.10.2025: Convergencia generativa entre IA e IoT inmersivo

  • Foto del escritor: Jorge Alberto Hidalgo Toledo
    Jorge Alberto Hidalgo Toledo
  • 15 oct
  • 6 Min. de lectura
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Introducción

En los últimos días, ha emergido con fuerza una tendencia que actúa como bisagra entre mundos antes separados: la convergencia generativa entre inteligencia artificial e Internet de las Cosas (IoT), configurando lo que algunos autores ya denominan IAoT generativa inmersiva. Este fenómeno no es meramente técnico: propone una red de dispositivos capaces no solo de sensar y actuar, sino de imaginar y generar —reconfigurando nuestra relación con los objetos inteligentes. En estrecho diálogo con esta tendencia principal, se esbozan dos vectores igualmente decisivos: la comunicación multisensorial (Internet de los sentidos / IoS) mediante IA generativa, y la seguridad y gobernanza emergente en ecosistemas híbridos IA‑IoT. Estas tres corrientes juntas reestructuran el mapa simbólico de la comunicación digital y obligan a repensar las fronteras entre lo orgánico y lo artificial, entre el sentido individual y la red sensorial.


Convergencia generativa IA‑IoT: un nuevo umbral de agencia tecnológica

La visión clásica del IoT —sensores + conectividad + datos— se ve hoy expandida por la capacidad generativa: los dispositivos pueden extrapolar, imaginar, sintetizar respuestas o anticipaciones a partir de datos reales. El estudio “The Internet of Things in the Era of Generative AI” propone que la IA generativa transformará la capacidad del IoT al dotarlo de creatividad operativa, no solo de reacción (Wang et al., 2024). arXiv Esta simbiosis permite que los entornos digitales físicos no solo registren el mundo, sino lo “reimaginen” bajo criterios contextuales. Socialmente, esto puede alterar las expectativas del usuario: los objetos comienzan a hablar, proponer, sugerir cambios. Antropológicamente, la frontera entre lo humano y lo no humano se difumina: los dispositivos se convierten en “colaboradores sensoriales”. Éticamente, surgen dilemas sobre la autoría de lo generado y la responsabilidad en decisiones automáticas del dispositivo. Culturalmente, se reconfigura la estética del habitar: espacios cotidianos que generan ajustes, narrativas sensoriales y respuestas prediseñadas. Económicamente, se abren nuevos modelos de negocio: dispositivos que generan servicios predictivos (y pagos por “creación sensorial”). Políticamente, se debe legislar quién controla la generación en dispositivos ubicuos y con qué derechos ante errores o sesgos generativos.


Comunicación multisensorial con IA generativa: hacia el Internet de los sentidos

El documento “Generative AI for Immersive Communication: The Next Frontier in Internet‑of‑Senses Through 6G” plantea que el siguiente umbral comunicativo tras el audiovisual es el multisensorial: aromas digitales, tacto sintético, temperatura vivencial, todo mediado por IA generativa y redes ultraeficientes (Sehad et al., 2024). arXiv Esto implica que la comunicación no será solo vista y oído, sino una experiencia sensorial sintética, orquestada y modulable. Socialmente, el receptor ya no será pasivo sino inmerso—se construye un ecosistema sensorial compartido. Antropológicamente, revivimos viejas intuiciones del sentido extendido, ahora mediadas por algoritmos. Éticamente, los contenidos sensoriales inducirán estados exteriores con efectos íntimos — ¿quién regula la intensidad emocional de un aroma digital? Culturalmente, emergerán géneros sensoriales, poéticas del tacto, narrativa olfativa digital. Económicamente, las industrias del entretenimiento y marketing invertirán en sensores generativos y protocolos sensoriales. Políticamente, habrá urgencias éticas y regulatorias: ¿son lícitas las manipulaciones químicas o térmicas digitales? ¿Se requerirá consentimiento explícito para emitir estímulos sensoriales? La convergencia IA‑IoT será el cimiento del Internet de los sentidos, pero su gobernanza será el verdadero desafío.


Seguridad, privacidad y gobernanza en entornos híbridos IA‑IoT

La magnitud de los riesgos crece en paralelo con la ambición generativa. El estudio “Security Risks Concerns of Generative AI in the IoT” alerta que la integración de IA generativa en dispositivos IoT multiplica vectores de ataque: generación maliciosa de respuestas erróneas, difusión de contenido injurioso desde dispositivos, suplantación sensorial, y exposición de datos sensibles ante ataques generativos (Xu et al., 2024). arXiv La seguridad ya no es un “parche” posterior, sino un componente intrínseco del diseño. Socialmente, la confianza del usuario será frágil: si el dispositivo puede mentir, manipular o anticipar, el sesgo se vuelve amenaza existencial. Antropológicamente, la red sensorial híbrida se torna un campo de batalla simbólico entre lo confiable y lo engañoso. Éticamente, se exige auditoría generativa, trazabilidad de decisiones y revertibilidad de acciones del dispositivo. Culturalmente, surgen narrativas de “objeto traidor” o “sensor impostor”. Económicamente, los proveedores deberán asumir seguros de error generativo, certificaciones y garantías de responsabilidad. Políticamente, será ineludible legislar cadenas de responsabilidad generativa: ¿quién asume la culpa si un dispositivo genera una decisión dañina?

Estas tres tendencias articulan un nuevo horizonte comunicacional: la era del IoT generativo sensorial, donde los dispositivos no solo informan sino que imaginan y seducen. Nuestra responsabilidad como comunicadores e investigadores será anticipar las reglas del diálogo sensorial, defender la soberanía del sentido humano y diseñar arquitecturas reguladoras que eviten la tiranía generativa.


Otras 12 tendencias relevantes

  • IA agente autómata (Agentic AI): sistemas capaces de planear y ejecutar tareas complejas de forma autónoma, sin intervención humana directa. Esta tendencia refuerza la agencia de dispositivos generativos que actúan en el IoT. (McKinsey, 2025) McKinsey & Company

  • Semiconductores específicos para IA (application-specific chips): el diseño de chips optimizados para cargas generativas reduce latencia, consumo y habilita el despliegue local en dispositivos IoT. (McKinsey, 2025) McKinsey & Company

  • Conectividad avanzada y redes 5G‑Advanced / 6G: la infraestructura que permitirá la transferencia casi instantánea de datos sensoriales generativos entre dispositivos y nube/edge. (TechRadar, 2025) TechRadar

  • Sistemas autónomos físicos y digitales: robots, drones y vehículos autónomos que actúan con autonomía creciente, integrándose a ecosistemas sensoriales generativos. (McKinsey, 2025) McKinsey & Company

  • Confianza digital y ciberseguridad avanzada: el énfasis en cifrado cuántico y protocolos seguros para proteger no solo datos, sino experiencias sensoriales generadas. (Financial Times, 2025) Financial Times

  • Plataformas de video social como eje mediático: el dominio del contenido generado por usuarios amplificado por IA redefine el eje del consumo. (Deloitte, 2025) Deloitte

  • Modelos híbridos de negocio basados en datos del usuario: ecosistemas comerciales que capitalizan los datos sensoriales generados por dispositivos inteligentes. (Deloitte, 2025) Deloitte

  • Digital twins extendidos sensoriales: la construcción de gemelos digitales que no solo simulan parámetros físicos, sino também sensoriales generados. (Imaginovation, 2025) Imaginovation

  • Narrativas generativas en entretenimiento inmersivo: IA colaborativa que produce guiones, ambientes y experiencias sensoriales ajustadas al usuario. (Slalom, 2025) Slalom

  • Comunicación responsable y sesgos generativos: el diseño consciente de algoritmos para evitar amplificación de prejuicios sensoriales o cognitivos. (Reuters Institute, 2025) Reuters Institute

  • Escasez de talento especializado en IA generativa: la brecha entre demanda y oferta de especialistas generativos, un factor clave de control tecnológico. (McKinsey, 2025) McKinsey & Company

  • Despliegue de soluciones IAóT en sectores verticales: salud, manufactura, ciudades inteligentes y agricultura adoptan dispositivos generativos contextualizados. (ResearchGate, 2025) ResearchGate

Estas tendencias gravitan alrededor del núcleo generativo sensorial: la IA agente potencia los objetos inteligentes; los semiconductores habilitan su velocidad; la conectividad y seguridad garantizan su integridad; los contenidos sociales y comerciales recircularán esos sentidos; los gemelos digitales recrearán universos sensoriales; y las narrativas y gobernanzas serán las batallas simbólicas del futuro.


Análisis predictivo

En el corto plazo (3 a 6 meses), comenzaremos a observar pilotos públicos de dispositivos generativos sensoriales: asistentes domésticos no solo auditivos, sino capaces de emitir fragancias contextuales, vibraciones o ajustes térmicos —experimentos que serán presentados en ferias tecnológicas y laboratorios de innovación sensorial. Algunos fabricantes de dispositivos inteligentes (hogar, salud, movilidad) podrían ofrecer paquetes opcionales “sensores generativos” como complemento premium. En paralelo, instituciones regulatorias (agencias de telecomunicaciones, autoridades de protección de datos) iniciarán consultas públicas para regular estímulos sensoriales digitales, exigiendo cláusulas de consentimiento y reversibilidad. En el mundo de medios y entretenimiento, aparecerán narrativas multisensoriales de prueba: trailers capaces de generar sensaciones táctiles, olores sintéticos o ambientes térmicos asociados.


A mediano plazo (6 a 12 meses), algunas ciudades inteligentes podrán desplegar infraestructura sensorial generativa: mobiliario urbano que reaccionará con fragancia ambiental, temperatura modulada según clima, sonidos generados adaptativos. Grandes empresas de telecomunicaciones integrarán capacidades generativas de red (redes entrenadas para anticipar tráfico sensorial) para optimizar latencia. Los contenidos inmersivos sensoriales serán comercializados: experiencias de marca donde el público vivirá no solo visualmente sino sensorialmente. En este contexto, surgirá un mercado de auditoría sensorial generativa: organismos que certifiquen la ética, la neutralidad y la seguridad de dispositivos generativos.

Para el mundo de la comunicación y el entretenimiento, este horizonte obliga a formar una visión del “sentir digital” como derecho humano emergente. Será imprescindible diseñar protocolos de empatía sensorial, asegurar transparencia y control del usuario en experiencias generativas, y promover literacía sensorial: educar audiencias para entender cuándo el estímulo proviene de un algoritmo. Las narrativas ya no sólo contendrán lo que se ve o se oye, sino lo que se siente. Invito a comunidades académicas, redes de innovación, editoriales y agencias a adoptar esta perspectiva: anticipar gobernanzas sensoriales, ensayar experiencias híbridas y preservar la dignidad del sentido humano frente a la seducción generativa.

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