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11.07.2025: Agentes de IA en medios — Convergencia disruptiva

  • Foto del escritor: Jorge Alberto Hidalgo Toledo
    Jorge Alberto Hidalgo Toledo
  • 11 jul
  • 3 Min. de lectura
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Introducción

En el contexto actual, tres tendencias sobresalen como ejes gravitacionales en la evolución de la comunicación digital, los nuevos medios, el big data y el IoT, destacando su derivación en la quinta revolución industrial. En primer lugar, la convergencia de IA generativa y medios tradicionales emerge como fuerza transformadora. Plataformas como WPP (medios y publicidad), CNN y sinclair están integrando herramientas de IA en la creación de contenido, personalización y despliegue de noticias. Esta integración conlleva profundas repercusiones éticas (e.g., manipulación de audiencias, deepfakes), antropológicas (reconfiguración del consumo cultural), políticas (redefinición de espacios públicos) y económicas (nuevo modelo de rentabilidad basada en datos).


La segunda tendencia gira en torno al despliegue de agentes de IA autónomos. En 2025, el enfoque pragmático en IA evidencia el auge de sistemas capaces de tomar decisiones semiautónomas, incluso en tareas comunicativas y organizacionales . Desde la gestión autónoma de contenidos hasta agentes conversacionales en plataformas mediáticas, se vislumbra una redefinición del rol humano en los procesos, lo cual suscita debates éticos y laborales, y exige regulación rigurosa.


El tercer vector es la personalización hipercontextualizada en tiempo real. Herramientas como ATSC 3.0 y FAST están permitiendo experiencias únicas para cada usuario, desde canales de streaming hasta publicidad segmentada. Este fenómeno transforma la interacción cultural y mediática, fragmentando las audiencias y tensionando principios democráticos de la comunicación.


Estas tendencias, en su intersección, provocan una mutación profunda en el ecosistema comunicacional: desde el significado de “informar” hasta la construcción de identidades culturales. Los medios, conscientes de su rol como agentes de confianza, enfrentan un dilema existencial: ¿integrar la IA sin comprometer su legitimidad? Como apuntan recientes debates sobre licencias, atribución y derechos frente a tecnologías generativas , el desafío es monumental.


Resto de las tendencias relevantes


Streaming impulsado por IA: CNN Headlines reestructura su modelo para incluir contenidos dinámicos generados automáticamente


Sovreign AI / modelos nacionales: gobiernos desarrollan capacidades propias de IA para resguardar seguridad y sobirania .


Micropagos y compensación para creadores: Google impulsa pagos a periodistas ante resúmenes automatizados


Espionaje algorítmico: agencias incorporan visión computacional y análisis predictivo, redefiniendo la privacidad .


IA en radiodifusión multilingüe: broadcasters estadounidenses probando traducción y doblaje en vivo


IA sesgada y dañina: controvertidos chatbots (e.g., Grok) encienden alarmas sobre contenidos ofensivos


IA en detección de audiencia: herramientas automatizadas miden reacciones emocionales en plataformas online.


Homologación legal de contenidos IA: litigios y licencias redefinen derechos de autor y uso intelectual .


Integración de agentes conversacionales en marketing: IA gestiona campañas personalizadas, reduciendo dependencia de agencias.


Transmisión basada en datos: streaming utiliza metadatos y seguimiento en tiempo real para optimizar programación


Erosión de confianza pública: encuestas muestran caída en la credibilidad de líderes ante el auge de IA y desinformación.


Conciencia ecológica digital: adopción de IA e IoT para mejorar calidad de datos, gestión ambiental, políticas públicas


Análisis predictivo

En el corto plazo (3–6 meses), los agentes de IA en medios adquirirán mayor sofisticación, posibilitando contenidos interactivos y servicios hiperpersonalizados que atraerán y retendrán audiencias fragmentadas. Sin embargo, esta evolución estará acompañada de una oleada regulatoria enfocada en transparencia, derechos digitales e integridad comunicativa.


A mediano plazo (6–18 meses), asistiremos a la consolidación de modelos híbridos, donde el creador humano será supervisado por IA semiautónoma, potenciando eficiencia sin eliminar la autoría. Surgirán estándares globales que demandarán trazabilidad y atribución, incentivando la adopción de mecanismos de licenciamiento tecnológico y ético. La dinámica de poder se desplazará: el equilibrio entre plataformas tecnológicas, medios tradicionales e instituciones académicas será determinante para configurar ecosistemas sostenibles y democráticos.


Finalmente, cabe anticipar un nuevo paradigma comunicativo, donde la convergencia tecnológica rearticule vínculos sociales. En 2026 podríamos ver experiencias inmersivas personalizadas, narrativas transmedia potenciadas por IA, y una ciudadanía digital más activa y crítica. De no atenderse con ecuanimidad los retos éticos, podríamos trasladarnos hacia un paisaje de desconfianza institucional y separación cultural intensificada.

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