Planteamiento del problema y formulación de objetivos
- Jorge Alberto Hidalgo Toledo
- 2 oct
- 2 Min. de lectura

Por Claudia Baleón García
El corazón de la investigación
Antes de iniciar cualquier proyecto, es fundamental tener claridad sobre qué se quiere investigar y por qué. El planteamiento del problema es la base sobre la que se construye todo el trabajo posterior; si esta etapa se hace mal, el resto del proyecto corre el riesgo de quedar sin rumbo.
Definir bien el problema, formular una pregunta precisa y establecer objetivos claros no es un simple trámite académico: es una estrategia para ahorrar tiempo, evitar confusiones y garantizar que los resultados sean útiles y coherentes.
Diferencias clave: pregunta, objetivos y justificación
Pregunta de investigación
Qué es: Es la interrogante central que guiará el estudio.
Función: Delimitar el foco de la investigación y orientar la búsqueda de información.
Ejemplo: ¿Cómo influyen los algoritmos de Instagram en la visibilidad de las mujeres periodistas en la Ciudad de México?
Objetivos
Qué son: Resultados específicos que se esperan alcanzar para responder la pregunta de investigación.
Función: Convertir la pregunta en acciones concretas.
Ejemplo:
Objetivo general: Analizar la influencia de los algoritmos de Instagram en la visibilidad de las mujeres periodistas en la Ciudad de México.
Objetivos específicos:
Identificar los criterios que utiliza Instagram para mostrar contenido periodístico.
Medir el nivel de interacción que obtienen publicaciones de mujeres periodistas.
Comparar la visibilidad de contenidos según el tipo de formato (imagen, video, reel).
Justificación
Qué es: La explicación de por qué es importante realizar la investigación.
Función: Convencer de la relevancia social, académica o práctica del estudio.
Ejemplo: Este estudio es relevante porque contribuye a comprender cómo las plataformas digitales influyen en la equidad de género en el periodismo y ofrece insumos para políticas de comunicación más inclusivas.
Errores comunes que se deben evitar
Confundir la pregunta con el objetivo: La pregunta plantea lo que se quiere saber; el objetivo indica lo que se hará para responderla.
Ser demasiado general: Un problema formulado como “la influencia de las redes sociales en la sociedad” es demasiado amplio para un proyecto viable.
No delimitar el alcance: Omitir límites geográficos, temporales o poblacionales hace que el trabajo sea inmanejable.
No justificar con evidencias: Decir “es importante” sin datos o referencias no convence.
Plantear objetivos que no se pueden medir: Objetivos vagos como “mejorar la comunicación” son imposibles de evaluar.
Visualizando la relación (representación simplificada)
Tip práctico
Antes de cerrar tu planteamiento, haz esta prueba:
Lee tu pregunta en voz alta.
Pregúntate si con tus objetivos podrías responderla.
Comprueba si tu justificación explica claramente el valor del estudio para otras personas.
Conclusión
Un problema bien planteado es medio camino recorrido. La pregunta de investigación te da dirección, los objetivos te marcan el trayecto y la justificación le da sentido a todo el viaje.
En un entorno donde abundan las investigaciones superficiales, la claridad y la coherencia en esta etapa son lo que diferencia un trabajo académico sólido de uno que se pierde en el camino.




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