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OpenAI se lanza contra el establishment digital con el navegador Atlas que integra ChatGPT

  • Foto del escritor: Dr. Eduardo Portas
    Dr. Eduardo Portas
  • 22 oct
  • 3 Min. de lectura

Por Eduardo Portas Ruiz // Profesor investigador del Centro de Investigación para la Comunicación Aplicada (CICA) de la Universidad Anáhuac México


Por si quedara alguna duda, cada día es más claro que OpenAI quiere convertirse en la compañía más importante de la nueva tecnología digital que incorpora la Inteligencia Artificial. Esta semana ha lanzado Atlas, un navegador que integra ChatGPT para navegar la web.


El mercado de los navegadores ha sido dominado por Google Chrome desde hace más de una década. El términos porcentuales, domina 70% del mercado, seguido de Safari con un 17% y el restante 13%, aproximadamente, dividido entre todos los demás sistemas como Edge y Firefox.


La imagen del nuevo navegador asemeja un poco al ecosistema de trazos limpios de Apple.
La imagen del nuevo navegador asemeja un poco al ecosistema de trazos limpios de Apple.

Ahora OpenAI quiere romper el paradigma de búsqueda de información con un sistema que analiza, explica, compara y recomienda al usuario lo que debe hacer a partir de los sitios que visita. Para esto, ha integrado a ChatGPT, el cual se convertirá en un agente para navegar internet de forma permanente.


¿De dónde surge esta idea? Claramente, los investigadores de OpenAI detectaron que ChatGPT estaba siendo usado como un lugar para preguntar incógnitas que antes se escribían en Google. ¡Cuál es el clima de la CDMX? ¿Cuál es el vuelo más barato de Mérida a Tijuana? ¿Cuál es el cine más cercano a mi casa?


Todas estas preguntas ya habían sido hechas a Chrome (y por extensión, a Google) desde hace décadas. A veces el navegador ofrecía información útil, a veces no. Pero el mismo principio de pregunta-respuesta detona lógicas muy distintas en ChatGPT.


La novedad de Atlas será navegar la red con ChatGPT de manera permanente.
La novedad de Atlas será navegar la red con ChatGPT de manera permanente.

La razón está en la propia interfaz de la IA. Al ser un ente conversacional, obliga al usuario a conceptualizar su idea en una pregunta. Esto no era lo normal es Chrome o Google. De hecho, al día de hoy se puede hacer una simple búsqueda de palabras clave y el navegador dará una respuesta medianamente útil.


En ChatGPT la lógica es marcadamente distinta. La pregunta abre la llave de la información esperada y mientras más especifica, mejor.


Durante décadas hemos navegado la world wide web sin contexto sobre los sitios a los que arribamos. Ese cambiará por completo con el uso de este navegador, el cual, sin duda, comenzará a popularizarse aunque los usuarios usen la versión gratuita de ChatGPT. A la compañía le da igual. Los usuarios le regalarán millones y millones de datos que sin duda utilizarán para crear o vender nuevos productos.


La función de memoria de Atlas.
La función de memoria de Atlas.

Otras funciones relevantes de Atlas: incluirá una especie de “memoria” para que la persona sepa con claridad lo que ha hecho en sesiones previas. Este tal vez sea la novedad más sencilla y útil que otras compañías deberán tomar en cuenta para sus propios productos. ¿Cuántas veces se ha cerrado una sesión sin que las personas sepan en dónde o por qué habían llegando a un sitio? Eso desaparecerá por definición con Atlas (los apartados de “sitios visitados” son un esqueleto poco útil para entender la historia de navegación de la persona).


Finalmente, el “modo agente” funcionará para realizar compras desde el propio navegador con ayuda de ChatGPT, algo que, de nuevo, las personas ya estaban realizado desde el portal de esta IA.


Otras novedades menores podrían resultar útiles para aquellos que trabajan con grandes cantidades de información desde el navegador. Ahí se incluye subrayado automático para que ChatGPT ofrezca contexto relevante al usuario.


El modo "agente" será útil para las compras.
El modo "agente" será útil para las compras.

Cabe resaltar que por el momento Atlas solo está disponible para el sistema MacOS en máquinas con procesador M1 o superior (Apple Silicon). Esto ha desatado toda clase de especulaciones ligadas a la inminente separación de OpenAI de Microsoft, compañía que le ha invertido miles de millones de dólares.


Como generalmente sucede en Silicon Valley, todo indica que ese matrimonio será útil hasta que ya no lo sea. Es decir, hasta que OpenAI pase de amigo a competidor férreo del gigante que controla Office. Esto parece inevitable en vista de la forma en la que OpenAI ha cambiado, en menos de cinco años, la forma en la que las personas usan las computadoras y, por extension, el internet.


El navegador ATLAS de OpenAI puede ser descargado en el siguiente link

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