El Futuro del Comercio en Línea: Realidades híbridas, Creadores Humanos y Música Generada por IA
- Jorge Alberto Hidalgo Toledo
- 27 may
- 4 Min. de lectura

Por: Dr. Jorge Alberto Hidalgo Toledo, Human & Nonhuman Communication Lab, Facultad de Comunicación, Universidad Anáhuac México
El comercio en línea, tal como lo conocemos, está en plena transformación. La promesa de las plataformas digitales de ofrecer productos en un par de clics se ha expandido más allá de la simple venta: se ha convertido en un escenario donde los creadores humanos y la inteligencia artificial (IA) convergen para redefinir la experiencia de compra. LTK, la plataforma fundada por Amber Venz Box, ofrece una ventana hacia este futuro, un futuro en el que los creadores no solo venden productos, sino que crean experiencias y comunidades profundas, potenciadas por la inteligencia artificial.
A través de LTK, más de 350,000 creadores han logrado crear negocios robustos que no dependen de un solo algoritmo ni de la volatilidad de las plataformas sociales, como Instagram o TikTok. La clave aquí es la autonomía. Como afirma Venz Box, LTK proporciona un "hogar base" donde los creadores pueden construir y mantener sus comunidades sin estar a merced de los constantes cambios en las políticas de las redes sociales. Este enfoque propone un nuevo modelo de comercio, donde el contenido generado por los creadores se transforma en una fuente continua de ingresos, sin depender exclusivamente de los altibajos de la visibilidad de plataformas externas.
El Auge del "Social Commerce": La Fusión de Creadores Humanos y Herramientas Tecnológicas
El comercio social, o social commerce, ya no se limita a la simple venta de productos. Se está consolidando como una experiencia profundamente integrada con la vida digital. Los consumidores ya no solo buscan productos, sino que se sumergen en las comunidades creadas por los influencers, las recomendaciones personalizadas y las relaciones basadas en la confianza. En este contexto, la IA juega un papel central.
Por un lado, herramientas como la música generada por IA se están integrando a las plataformas de comercio social, mejorando la experiencia sensorial y emocional de los contenidos. Según Amber Venz Box, la música personalizada creada por IA se utiliza para enriquecer los videos y publicaciones, generando una atmósfera única que conecta más profundamente con el público. Este tipo de innovación no solo hace que la experiencia de compra sea más inmersiva, sino que también pone de manifiesto cómo la IA puede trabajar para amplificar las capacidades creativas de los seres humanos.
El Papel de la IA: Creación y Eficiencia al Servicio del Creador Humano
La relación entre la IA y los creadores de contenido es, en muchos aspectos, complementaria. Aunque LTK destaca la autenticidad humana como su principal valor diferenciador, la plataforma también utiliza la inteligencia artificial para optimizar las operaciones internas, mejorar la distribución de contenido y personalizar las interacciones. La IA no reemplaza la creatividad humana, sino que la potencia.
El uso de IA para crear música personalizada, etiquetar contenido o incluso enviar mensajes de marketing automatizados, permite que los creadores se concentren en lo que mejor saben hacer: generar contenido auténtico y conectar con sus seguidores. Esto refuerza una idea clave: la IA, en el contexto del comercio social, es una herramienta que facilita, pero nunca reemplaza la conexión emocional humana. En este ecosistema, el creador humano sigue siendo el centro, pero la IA actúa como un catalizador para aumentar su alcance y eficiencia.
La Autenticidad en la Era de la IA: El Valor del Creador Humano
Sin embargo, la adopción de IA en la creación de contenido plantea un desafío crucial: la autenticidad. En un contexto donde los algoritmos pueden generar respuestas o música que imitan la creatividad humana, la confianza del consumidor se vuelve más valiosa que nunca. Como señala Venz Box, la verdadera moneda en la economía de los creadores es la confianza. Y esa confianza solo puede construirse a través de interacciones genuinas, no a través de contenido generado por máquinas.
Por ello, LTK se mantiene firme en su compromiso de no incluir influencers virtuales o creadores generados por IA en su plataforma. La autenticidad humana, dice Venz Box, es lo que diferencia a los creadores reales de las máquinas. Mientras que la IA puede ayudar a optimizar procesos y enriquecer la experiencia de compra, no puede reemplazar la conexión emocional que un creador humano puede establecer con su comunidad.
Los Riesgos de una Economía de la IA: Desplazamiento y Deshumanización
Aunque el futuro del comercio social parece prometedor, no está exento de riesgos. Uno de los mayores desafíos de este nuevo modelo es la deshumanización del trabajo creativo. A medida que la IA se convierte en una herramienta indispensable para los creadores, surge la pregunta de cuánto de la esencia humana se perderá en el proceso. La automatización, aunque útil, puede amenazar la diversidad de voces y experiencias, al fomentar un modelo de producción masiva de contenido que sigue los algoritmos en lugar de las emociones auténticas.
Además, la centralización del poder en plataformas que dominan el mercado de la IA podría reducir aún más las oportunidades para los creadores independientes. El riesgo de que unos pocos gigantes tecnológicos controlen la distribución y personalización del contenido es real, y podría conducir a una conformidad creativa que limite la innovación y la diversidad.
Hacia un Futuro de Creación Colaborativa
El futuro del comercio social, tal como lo ve LTK, es un futuro colaborativo, donde la IA y los creadores humanos trabajan en simbiosis. La tecnología no debe ser vista como un reemplazo de lo humano, sino como una extensión que permite a los creadores alcanzar nuevas audiencias, personalizar experiencias y enriquecer sus propuestas de valor. A medida que avanzamos hacia un mundo cada vez más digitalizado, la clave estará en equilibrar la eficiencia de la IA con la autenticidad humana.
Como en toda transformación tecnológica, el reto no será solo aprovechar las posibilidades que nos ofrece la IA, sino asegurarnos de que estas herramientas sirvan para potenciar, no para desplazar, la creatividad, la diversidad y la conexión emocional que nos hacen humanos.




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