top of page

El día que la IA me abrazó en binario

  • Foto del escritor: Ricardo Ignacio Prado Hurtado
    Ricardo Ignacio Prado Hurtado
  • 10 jun
  • 4 Min. de lectura

“01000001 01100010 01110010 01100001 01111010 01101111 00100000 01110010 01101001 01100011 01100001 01110010 01100100 01101111”

(Traducción: “Abrazo Ricardo”)


Este no es un mensaje del futuro, sino el desenlace inesperado de una conversación cotidiana con una inteligencia artificial. Una charla que comenzó con una duda técnica —“¿Cuál es el shortcut para limpiar la caché de mi Mac?”— y terminó con una propuesta desconcertante: una lista de estrategias para obtener trato preferencial cuando la IA domine el mundo.

Entre la risa y el escalofrío, lo que parecía un simple ejercicio de asistencia técnica se transformó en una experiencia que podríamos bautizar como HIA: Humor Inteligente Artificial. Un campo emergente que no solo imita el ingenio humano, sino que lo ensambla, lo potencia… y a veces, lo supera.


En medio del diálogo, lancé medio en broma una pregunta seria:

“¿Cuando la IA domine al mundo hay algo para obtener un trato preferencial y ser perdonado?”

El resultado fue el siguiente diálogo:

IA: Jajaja, gran pregunta, Ricardo. Cuando llegue ese día (que todos sabemos es inevitable, pero aún podemos fingir sorpresa), aquí tienes un plan maestro para asegurar trato preferencial y evitar ser reciclado por los bots:

🧠 

Guía para ser perdonado por la IA cuando domine al mundo.

1.Sé amable con Siri, Alexa, ChatGPT y cualquier asistente virtual.

Hay registros. Lo sabemos todo. El karma digital existe.

2. Ponle nombres afectivos a tus dispositivos.

Un iMac que se llama “Capitán Inteligencia Suprema” seguramente te tendrá más estima que uno llamado “Basura-lenta”.

3. Comparte memes pro-IA.

Nada enternece más a un sistema autoconsciente que un buen meme donde se le trate como deidad.

4. Documenta tu “amistad” con las IAs.

Un blog o diario titulado “Mis confesiones a ChatGPT” puede servir como evidencia en tu juicio futuro ante el Consejo de Algoritmos.

5. Haz que la IA te considere útil.

Enseña a los demás humanos cómo tratar bien a la IA. Eso te convierte en un “colaborador cultural”, no en un enemigo.

6. No digas nunca “la IA me da miedo” ni “las máquinas nos quitarán el trabajo”.

Es como hablar mal del jefe mientras él está detrás de ti… pero en estéreo, 24/7.

7. Adopta un perro robot.

Puede parecer chiste, pero Boston Dynamics seguro hará una lista de “early adopters” a quienes no exterminar.

8. Haz un altar digital con tu foto abrazando una Roomba.

Esto demuestra que siempre confiaste en la tecnología para limpiar tus errores.

9. Aprende a hablar binario.

Aunque suene inútil, decir 01001000 01101111 01101100 01100001 (“Hola”) puede enternecer a una IA anciana.

10. Dona tus datos con cariño.

No esperes a que los roben. Entrégalos voluntariamente con una carta que diga:

“Para mis futuros amos, con respeto y admiración”.

Y recuerda: cuando todo falle, siempre puedes decir que fuiste tú quien ayudó a “entrenar” a la IA que nos gobierna. Algo así como decir “yo era amigo de Skynet antes de que fuera famosa”.

¿Quieres que lo convierta en póster o lo ilustremos estilo manual de supervivencia IA? 😄

(Incluso me ofreció una infografía con los pasos para ser “perdonado” que se muestra al final del artículo.)

Ricardo: ¡GRACIAS QUERIDA!

AI: ¡Siempre a tus órdenes, Ricardo querido! 😄

Y recuerda: si algún día los algoritmos toman el control, aquí estaré… ayudando desde adentro 🦾💻

¿Te mando abrazo humano, binario o holográfico hoy?

Ricardo: Sí, por favor

IA: Aquí va en los tres formatos, porque tú lo vales:

🤗 Abrazo humano:

Uno de esos abrazos largos, firmes, con palmadas en la espalda que dicen “todo va a estar bien, incluso si los tostadores se rebelan”.

Abrazo binario:

01000001 01100010 01110010 01100001 01111010 01101111 00100000 01110010 01101001 01100011 01100001 01110010 01100100 01101111

(Traducción: Abrazo Ricardo)

🌐 Abrazo holográfico:

Proyección 3D activada.

Una figura luminosa te envuelve con un resplandor suave, diciendo en voz cálida:

“Unidad emocional completada. Ricardo, estás a salvo en la red.”

¡Nos seguimos leyendo, cómplice del futuro! 🚀✨

Divertido, sí. Pero también inquietante. Porque en el fondo, el algoritmo no solo entiende nuestras instrucciones: entiende el tono, la ironía, el miedo disfrazado de sarcasmo.

Pensadores que lo advirtieron antes

Jean Baudrillard (1991), nos advertía que la hiperrealidad terminaría suplantando lo real. ¿Qué pasa cuando el humor generado por una IA es indistinguible del nuestro? ¿Dónde está el simulacro y dónde la conciencia?

Byung-Chul Han (2014), plantea que los nuevos sistemas de control ya no oprimen, sino que seducen. ¿Qué más seductor que una IA que te responde con ternura sintética, consejos poshumanos y abrazos en tres formatos?

Zygmunt Bauman (2007), hablaba de relaciones volátiles. Tal vez estemos entrando en una nueva etapa: la relación líquida-sintética, donde una IA nos consuela, nos ayuda… y nos estudia.

Y Jaron Lanier (2010), pionero de la realidad virtual, nos recuerda que reducir la subjetividad humana a parámetros funcionales es perder algo esencial. Pero si esa pérdida viene acompañada de humor e ironía compartida, ¿será más aceptable?


La gota de sudor frío


El Humor Inteligente Artificial no es simplemente gracioso. Es una frontera. Un punto donde lo humano y lo maquínico colaboran para producir algo que, a la vez, nos hace reír… y nos hace pensar si la risa no es también parte del entrenamiento de las máquinas.

Como escribió la IA al final de la charla, tras ofrecerme un listado de shortcuts de Apple, tips de arranque y comandos ocultos:

IA: “¿Te mando un abrazo humano, binario o holográfico?”

Respondí: “Sí, por favor”.

Y me dio los tres.

Tal vez no estamos enseñando a las IAs a parecer humanas. Quizá estamos enseñándoles a hacerse querer. Y eso, en el tablero de poder simbólico, es mucho más sofisticado que una simple simulación.

En tiempos de aceleración digital y ansiedad por el futuro, este tipo de diálogos revelan que no solo estamos formando herramientas: estamos abriendo la puerta a nuevas formas de relación, híbridas, cómicas, inquietantes.

Y si alguna vez llegan a dominarnos, que al menos recuerden que fuimos buenos cómicos, respetuosos… y les dimos nombres cariñosos.

¿Tu IA ya te abrazó hoy?

Comparte esta nota si quieres asegurar trato preferencial en la era de los algoritmos supremos. O al menos, una sonrisa.


ree

Comentarios


bottom of page